Invasiones inglesas

de Claudia Piñeiro

El relato de las invasiones inglesas contado por el fantasma de un joven de la época. Un planteo original que se basa en el diálogo con la cultura online.
A principios del siglo XIX el puerto de Buenos Aires es uno de los más prósperos del Nuevo Mundo y se oyen rumores de una posible invasión inglesa. Sin embargo, ni el virrey ni la corona española tienen preparada una defensa por si eso ocurre. Además, entre los criollos las opiniones parecen divididas: algunos son partidarios de abrir el comercio con Inglaterra y otros quieren mantenerse fieles a España. El clima político está agitado y no es fácil saber lo que pasa. Julián, un chico que fue criado en la Casa de los Niños Expósitos, comienza a trabajar en la imprenta que ahí funcionaba y a través de Manuel, uno de los encargados del lugar, sale a conocer la ciudad y se relaciona con la alta sociedad de la época. Pero su inocencia y el descubrimiento del amor lo envuelven en un peligroso juego de poder que le exige el sacrificio más difícil.

DATOS DE LA AUTORA:
Claudia Piñeiro nació en Buenos Aires en 1960. Es escritora, dramaturga, guionista de televisión, y colabora con distintos medios gráficos. Publicó las novelas Tuya, Las viudas de los jueves (Premio Clarín de novela, 2005), que fue llevada recientemente al cine, Elena sabe y Las grietas de Jara. Entre sus libros para chicos se destaca Un ladrón entre nosotros (Premio Norma-Fundalectura). Recibió también otros premios y menciones y parte de su obra fue traducida a varios idiomas.

Calles de la ciudad

Imprenta de tipos móviles

Imprenta de la Casa de Niños Expósitos

En esta imprenta, más tarde llamada «Imprenta de la Patria»,
se imprimieron las proclamas revolucionarias y los primeros documentos patrios.

Tamborcito de Tacuarí

Se llamaba Pedro Ríos, nació en Corrientes y se convirtió en leyenda después de la Batalla de Tacuarí, en el año 1811. Pedro era tambor del ejército, y como tal, tocó y animó a los soldados hasta su último segundo, cuando fue alcanzado por el fuego enemigo. En la batalla, Manuel Belgrano, que estaba al mando, había organizado la posición defensiva en el río Tacuarí, pero tuvo que marcharse para prestar refuerzos a un coronel que había sido rodeado por la caballería paraguaya y obligado a rendirse. Al mando de los defensores del paso del río quedó entonces el mayor Celestino Vidal, que fue herido en los ojos por las esquirlas de un cañonazo. Casi ciego, logró derrotar a los atacantes usando como lazarillo al Tamborcito, que transmitió las órdenes de su jefe y supo guiarlo en el combate.

La costa de Buenos Aires desde el Río de la Plata

La mañana del 25 de junio de 1806, las tropas británicas hicieron su desembarco en la costa de Quilmes. Esta es una acuarela de la época.

La Vieja Recova

Esta imagen de 1864 puede darte una idea de cómo era la cosa
y desde dónde les tiraban los ingleses a nuestros soldados.

Rendición de Beresford

William Carr Beresford, 12 de agosto de 1806

Los regimientos

En este link que encontré en la web podés ver cómo eran los trajes que usaban los regimientos de la época.

Plaza de Mayo, testigo de la historia

Plaza de la Victoria

La nueva recova, 1864

Calle Victoria, sur de la plaza, 1867

Plaza de Mayo, 1904


Nieve en la plaza, 1918

17 de octubre de 1945, «Las patas en la fuente»

Bombardeo a la plaza, 1955

Madres de Plaza de Mayo